lunes, 20 de agosto de 2007

Un vacío en el De-Cierto Cultural


- Descansa en Paz Jorge Arturo Freyding -
*Publicada por Suplemento Identidad, periódico El Mexicano
Por Vianka R. Santana
derechocultural@yahoo.com.mx

Con sincera y profunda tristeza me entero esta mañana del fallecimiento de Jorge Arturo Freyding. La noticia enviada por diferentes amigos, llena casi toda la página de mi buzón. Es un hecho, y ante las cosas de la muerte los humanos somos absolutamente incapaces, y aunque nos duela profundamente y nos parezca que “aun tenía y prometía mucho por hacer”, solo nos queda espacio para silencio, el recuerdo y la ausencia.

La pérdida de Freyding marca sin lugar a dudas, una nueva fractura en el poco cohesionado sector de los promotores culturales en Baja California, donde cada cual parece enfrentarse a solas contra los espejismos, en la búsqueda reiterada del consecuente oasis en donde abrevar tantas urgencias de este –como bien decías Arturo- “De-Cierto Cultural”.

Freyding con su peculiar carácter y esa especie de adrenalina siempre hirviente que le caracterizaba, se apropió causas que eran de todos, se comprometió en un ejercicio de fidelidad con su comunidad cultural e hizo suyas premisas como la búsqueda de nuevas garantías y prerrogativas de cobertura social para los artistas en el Estado.

Con insistencia y constancia enviaba y reenviaba las noticias de los eventos culturales de Mexicali, en los que siempre con optimista visión encontraba hallazgos, fortalezas y motivos para atraer públicos.
Se desplazaba a otras entidades para estar al tanto de lo que sucedía en el medio cultural, interactuaba con otros, no se quedaba aislado en su de-cierto.

Jorge Arturo Freyding es una gran pérdida para familiares, amigos, pero también para los procesos del desarrollo cultural en Baja California. Y es que cuando se habla del desarrollo de la cultura, todos y cada uno de los elementos cuentan con igual contundencia: promotores, gestores, ejecutantes, creadores, periodistas, críticos, etc… Todos como en la maquinaria de un reloj ocupan un espacio único que hace posible mantener el movimiento, la sincronía, - y aun en la desarmonía- la función que cada cual realiza hace posible que la hora siga siendo marcada. Definitivamente en este reloj Freyding deja un compromiso y una premisa que tanto los promotores de Mexicali como los de todo el Estado, deberán ahora hacer suya.

Te vas Freyding y espero que realmente te hayas ido a un mejor sitio,
aquí se queda tu De-Cierto… más desierto sin tí.

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